La patronal del sector lamenta que los esfuerzos policiales se centren en su actividad y no en las bandas organizadas Aseguran que los grandes recuperadores no tienen manera de saber si los objetos que compran proceden de los robos.
sector de las chatarrerías está que arde. La oleada de robos de todo tipo de materiales férricos y, sobre todo, del cobre por su alta rentabilidad, ha hecho que las fuerzas de seguridad hayan estrechado el cerco en torno a los desguaces y los centros de recuperación de este tipo de materiales. Y precisamente eso ha generado un cierto malestar en el sector que se queja de que en ocasiones se les persigue más a ellos que a las bandas organizadas que se dedican a robar este tipo de materiales. La detención, hace apenas un mes, del propietario de un desguace de La Gineta, ha sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia del sector, que pide nuevas medidas para evitar esta situación porque aseguran que no tienen modo de controlar que algunos de los objetos que les llegan puedan proceder de los robos. Están muy molestos «porque parece que somos unos ladrones, cuando hacemos un servicio social retirando la chatarra y hacemos negocio vendiéndola», asegura a este diario el presidente de la Federación Española de Recuperación (FER), Ion Olaeta. Además, ellos mismos son víctimas de los robos de estas bandas organizadas. «Somos una industria perfectamente estructurada y profesionalizada y el ejercicio de nuestra actividad de personas sin la cualificación necesaria daña gravemente nuestra imagen», recalca.
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